Economia circular

Nuestro modelo de integración vertical completa – Directo del Campo nos permite ser muy eficientes y sostenibles en todos los procesos: desde el origen y transformación de la materia prima, la cría y engorde de los animales, la posterior elaboración de los productos en nuestro centro alimentario hasta la venta directa en nuestras tiendas bonÀrea.

Gestionado con economía circular, generamos sinergias y actuaciones en todas y cada una de las actividades:

Proximidad entre materia prima, plantas de alimentación animal y granjas.

Proximidad entre granjas, centro alimentario y puntos de venta, eliminando totalmente transportes innecesarios y almacenes y centros de producción dispersos y alejados.

Somos agricultores y ganaderos, elaboradores y vendedores; sin intermediarios, sin transportes innecesarios ni centros de distribución. En 24 h llevamos los productos del campo a la tienda.

Desde la producción de los cereales hasta la comercialización directa de un plato cocinado. Realizamos todos los procesos dentro de nuestro ámbito rural y se gestionan con economía circular.

Nuestra proximidad entre origen, elaboración y consumidor permite un circuito corto de los alimentos sin ningún intermediario; esto se traduce en más calidad, frescura y mejor precio y también en la máxima sostenibilidad.

Lucha contra el desperdicio de alimentos

Contribuimos con estrategias para estimular el aprovechamiento y trabajamos con previsión y desde la proximidad.

Utilizamos el punto rojo: una etiqueta que señaliza los productos que disfrutan de un descuento especial en el precio porque se encuentran próximos a su fecha de caducidad, para motivar la compra y así podemos reducir el desperdicio de alimentos.

Integración total para conseguir un ajuste continuo entre toda la producción y la demanda real para intentar producir solo el que se necesita.

Recorrido corto y rápido de nuestros alimentos. En 24 h podemos traer los productos de la granja a la mesa, ganando en frescor y días de consumo.

El punto rojo en cifras año 2022:

5,4 millones de productos se han comercializado con el punto rojo: una etiqueta que señaliza los productos que disfrutan de un descuento especial en el precio porque se encuentran próximos a su fecha de caducidad, para motivar su compra y así podemos reducir el desperdicio de alimentos. En total se ha podido dar salida a más de 3.000 toneladas de alimentos